La JEMJ del 2025 comenzó con la solemne entrada de la reliquia del corazón de Carlo Acutis en la explanada del Santuario de Covadonga. Le esperaban más de 1.700 jóvenes. Minutos antes del comienzo de la procesión, las pantallas transmitieron este breve mensaje de Antonia Salzano, madre de Carlo Acutis, que explicó a los participantes de la JEMJ cuál fue el secreto de la santidad de su hijo.
Un cariñoso saludo a todos los jóvenes que están aquí.
Quería decirles que todos son especiales, como Carlo y todos tienen que llegar a ser santos. Carlo decía que todos nacemos originales, pero muchos mueren como fotocopias. «Fotocopia» se muere si no se realiza el proyecto que Dios desde la eternidad tiene para cada uno de nosotros. ¿Y cuál es ese proyecto? El proyecto es la santidad para cada uno. Cada uno de nosotros es especial.
¿Cuáles fueron los medios de Carlo para llegar a ser santo? En primer lugar, la Eucaristía, a la que Carlo llamaba «la autopista hacia el Cielo». Decía Carlo que «Santa Misa, Santo yo», porque en la Eucaristía está presente realmente Dios, con su Cuerpo, Sangre, alma y divinidad. Como prometió: «Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo». Dios permanece verdaderamente con nosotros, físicamente, como decía el Papa Benedicto XVI. Es una presencia real.
¿Qué es Dios? El apóstol San Juan dice que es amor. Cuando como la Eucaristía, como la fuente de amor, y, como que el secreto de la santidad es amar a Dios sobre todo y al prójimo como nosotros, cuando yo recibo la Eucaristía, Jesús me ayuda a crecer en la capacidad de amar a Dios en nuestro prójimo. Este es el secreto.
Por eso la Eucaristía es el camino hacia el Cielo, es medicina del alma. Jesús nos ayuda a amar cada vez más, a abrir cada vez más nuestro corazón, para amar a Dios en el prójimo. Este es el secreto de Carlo. Carlo iba a Misa todos los días; acudía a la adoración eucarística cada día; leía la Sagrada Escritura cada día y, sobre todo, rezaba el Rosario que, como decía Carlo, es un exorcismo que nos hacemos a nosotros mismos.
La Virgen María, en Fátima y Lourdes, pidió que se rezara el Rosario y dijo que con el Rosario se puede detener también la guerra. Muy importante esta oración porque es una oración evangélica, donde meditamos sobre la vida de Jesús.
Entonces, estos son los medios. La confesión semanal. Carlo confesaba incluso los pecados más pequeños, aquellos que son pecados veniales porque decía que estos pecados nos tienen anclados al suelo. No nos permite ascender, subir al Cielo, para ser cada vez más santos. Y entonces tenemos que liberarnos de esto.
El secreto de la santidad es vivir heroicamente las virtudes cristianas. Hay más de doscientas, pero las principales son fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
¿Y qué significa esto en la práctica? No cometer ningún pecado venial. Esto decía Carlo: «Yo combato mil batallas y después no soy capaz de vencerme a mí mismo y mis pasiones».
La batalla es contra nosotros, para llegar a la santidad.
Es una batalla. Tenemos los medios: los sacramentos, la oración, la Sagrada Escritura.
Entonces, todos santos. Os lo pido, como Carlo, ¿eh? Porque Carlo es vuestro amigo, que nos mostró que se puede llegar a ser santo, también hoy, con los peligros que existen, con la tecnología que existe hoy.
Un fuerte abrazo, rezo por vosotros. Un saludo a todos ¡Adiós!