No te puedes imaginar la cantidad de luz que recibí en la JEMJ del 2024. Ver a tantos jóvenes de todos
los rincones del mundo, el ambiente de alegría que se respiraba, la cantidad de momentos divertidos y
el amor por Jesús y la Virgen, me hizo darme cuenta de que la fe no es para unos pocos raritos y para las
abuelitas, sino que es para todos y que la Iglesia no está muerta, sino muy viva.
Todo esto me ayudó personalmente a tomarme más en serio mi vida de fe y a tomar la decisión de
discernir la vocación. Actualmente formo parte de una congregación religiosa y estoy muy, muy feliz. Yo
no me pierdo la JEMJ de este año, porque sé que la Virgen quiere seguir derramando gracias.
¡¡NOS VEMOS EN COVADONGA!!
Mateo Gratacós (18 años)
