La JEMJ 2024 fue un punto clave en ayudarme responder a mi vocación como carmelita descalza. Estaba
en un punto en mi discernimiento en el que sabía lo que el Señor quería de mí y quería responder, pero
me costaba. El Señor vio mi deseo de responder generosamente y, después de participar en la JEMJ,
recibí la gracia de poder decir: «El Señor me quiere carmelita descalza y yo también quiero ser carmelita
descalza». Desde ese momento, el Señor me ha concedido la gracia de ser cada vez más y más firme en
mi decisión. Con la gracia de Dios, entraré en un Monasterio Carmelita en la solemnidad de la Divina
Misericordia.
Deborah Sajous
